14 de noviembre de 2010

Personajes condenados al ostracismo: Secundarios de Nada Es Para Siempre

Vaya, 23 seguidores, aparte de los que se esconden entre los arbustos y no dan la cara. Unos pocos más y ya puedo dar de alta la secta en la Seguridad Social. Será muy divertido, os lo prometo. Elegiré a mis ángeles particulares y montaremos orgías, ágapes y picnics variados; el resto (hombres y señoritas remilgadas) podéis convertiros en mártires y sacrificaros por la causa. No os garantizo el cielo, ni tan siquiera a Mari Cielo Pajares, pero sí vuestros nombres escritos en el blog en letra pequeña e ininteligible. Como podéis observar, el líder se preocupa por vosotros, y el Lidl también, poniendo a vuestra disposición productos que no pasaron el control sanitario pertinente, y no porque los trabajadores no se lavasen las manos antes de manipularlos, sino porque seguramente estén hechos con ellos.

Las series españolas siempre se han caracterizado por una serie de factores comunes a todas ellas: ínfima calidad, María Garralón (Garrulón según la grafía aceptada oficialmente por el correspondiente Gobierno autónomo) y personajes secundarios carismáticos.

¿Quién no recuerda a El Rulas de Médico de Familia? Era la representación fidedigna del bakala noventero: bomber, mote ridículo y moldeado a imagen y semejanza de Dio..., Chimo Bayo. Estelar fue el momento en el que por su culpa, el pobre Lucas quedó postrado en una silla de ruedas de por vida, y quién sabe si John Locke y Stephen Hawking también. ¿Cómo sucedió? No se le ocurrió otra cosa que echarle drojas en el cubata. Para que veáis lo felices que eran los años 90, donde la gente te daba sus drogas desinteresadamente, en vez de consumirlas ellos. Pobre Chucky de Cieza que no le dieron "ni mierda".

Eso sí, la otra cara de la moneda era la sobrina de "La Juani" (que luego tuvo su propia película); una niña andaluza genérica, de esas que suelen imitar a folclóricas en programas tercermundistas, que sólo sabía vociferar y barritar como si estuviese en el mercado de su pueblo. Evidentemente, todos pensamos lo mismo al verla: con un calcetín sudado en la boca y enterrada viva estaría más guapa.

Tampoco olvidamos a Chusky, el vagabundo que trabajaba en la redacción de Periodistas (y algunos quejándose hoy en día de intrusismo laboral). Seguramente fue subiendo peldaños hasta llegar a ser director de El País. Quisieron imitar el cliché de las películas policíacas yanquis, en las que siempre tienen un contacto en los bajos fondos. Pero eso es una cosa, y otra es tenerlo en nómina y cotizando. En parte era entendible, contratar a un homeless resulta mucho más rentable que a un becario cualquiera, ya que no tiene que pagar hipoteca y puede que ni comida, y siempre se le puede pegar fuego para ahorrarte la indemnización por despido improcedente (espero no estar dándole ideas a algunos empresaurios).


En su meteórico y repentino ascenso social, le dio tiempo a mantener una relación con la hija del jefe, que también trabajaba en la redacción mediante enchufe, como casi todos los hijos de seres humanos de este mundo. Siento lástima por José Coronado, su hija saliendo con un vagabundo, que además, tenía que aguantar en el trabajo, y posiblemente también en el portal de su casa y/o cajero de la esquina. No me extraña que vaya tan estreñido. A pesar de todo, Chusky siempre fue fiel a sus orígenes humildes, hecho que se podía constatar al ver que no se quitaba su perenne y raído abrigo marrón y sus guantes representativos de indigente con los dedos al aire. Que por otro lado, nunca les he visto utilidad, aparte, no sé ni cómo se siguen llamando guantes cuando lo único que hacen es tapar las palmas de las manos. Son como un preservativo recortado por la parte delantera, en plan descapotable.

Pero esta gente no nos interesa, porque para bien o para mal, la gente los sigue recordando. Hoy toca hablar de una serie teen de finales de los 90, claramente influida por otro bodrio de la época como era Al Salir de Clase. Nos referimos a Nada Es Para Siempre, emitida por Antena 3, y que incluso llegó a aparecer en la franja del mediodía, antes del Telediario. Sí, amigos, hubo una época remota en el tiempo en la que no existía Internet y Belén Esteban y en la que no daban Los Simpson a la hora de comer, por mucho que nos cueste concebir cómo podíamos vivir en esas condiciones tan rudimentarias.



Nada Es Para Siempre era una serie de adolescentes de verdad, o al menos de los que había en la época, los cuales iban a bares a tomar alguna Coca Cola, estaban escolarizados,
arruinaban la vida del típico pardillo de clase, no se hacían fotos semi desnudos frente a un espejo, incluso empleaban complejas técnicas de cortejo y apareamiento como hablar entre ellos. No como los de ahora, que siguen yendo a bares, pero obvian la cola; hacen quedadas para intercambiarse las enfermedades venéreas que les faltan, flirtean con sus profesores de inglés y peor aún, organizan bacanales sin avisarlos previamente.

La serie era mala con ganas, y pudo presumir de contar con el elenco de personajes con menos futuro de la historia de la televisión. El único que gozó de un mínimo de éxito, o mejor dicho, su nombre volvió a aparecer en un sitio que no fuera una esquela o una lista de parados, fue Daniel (in)Diges(to). Su papel era el del amigo gorrón del protagonista, que está todo el día en su casa y que intenta montárselo con su hermana. Su nombre en la ficción era Gato, pero hace poco volvió aparecer como representante de España en Eurovisión 2010. Pudimos observar que con el transcurrir de los años, pasó de pequeño felino a rey león, con todo un nido de cigüeña en su testa compuesto en su mayoría por pelo púbico.


Aunque no os lo creáis, él tampoco es el protagonista de nuestro artículo, pero como apenas hay material gráfico de la serie, os estoy distrayendo para que no notéis que apenas tengo cosas que decir sobre los sujetos que nos interesan. Tampoco lo es Blas Moya, eterno secundario de series españolas.

El primer individuo a tratar es Max (y no precisamente Power). Él era el geek de la serie, o en términos coloquiales y entendibles por el usuario medio español, el pardillo de clase. Gafas de pasta antes de que las llevasen vuestros amigos que van de modernos pero visten con zapatillas Converse con más años que el andar pa'lante, camisa de leñador encima de camiseta, gordito, poco sociable, obsesionado con la informática, posible usuario de Meristation, EOL y Forocoches, y lo más característico: hablaba siempre como si viviera en la canción Atrapados en la Red de Tam Tam Go. En otras palabras, usaba todo tipo de vocabulario y metáforas relacionadas con la informática en todas sus frases. Por ejemplo, para decir que se había enamorado, nos deleitaba con frases como: "estoy infectado con el virus I Love You". O si tenía que recordar algo: "lo almacenaré en mi disco duro". En fin, todo un anormal y carne de acoso escolar.

En la ficción tenía una hermana, que se echó un novio retard que la dejó embarazada a la primera y única de cambio (propio de los tontos, que llegan y besan el santo); y su padre era una especie de Shrek con bigote que siempre estaba de mala hostia. Él estaba enamorado de otra secundaria, de la cual no recuerdo el nombre, pero era rubia y con unos ojos saltones que parecían querer suicidarse, ya que en cualquier momento se iban a lanzar al vacío desde las cuencas. Con esa forma de hablar, difícilmente iba a pillar algo, ya que la chica pensaría como poco que era retrasado, pero aún así consiguió ligársela al final. Vivan los guionistas españoles inculcando ideas equívocas a los frikis. Es más probable que consigáis seducir a las mozas hablando hoygan, o emitiendo los sonidos guturales de Chewbacca, que con ese batiburrillo relacionado con las computadoras, que no olvidéis que las carga el diablo.


Nuestra segunda estrella es Manu (¿aquí no llamaban a nadie por su nombre completo?), el antagonista/nemesis de la serie. Para empezar, el actor que lo interpretaba llevaba el histrionismo a límites insospechados. Era como si Raphael (el cantante, no la tortuga ninja) se hubiera metido a actor. Espera, eso ya ha pasado. Bueno, creo que me entendéis. No sé qué no haría, o no se introduciría por el recto este chico para acabar en la televisión, pero no he visto nunca a nadie que actuara tan mal.

En otro orden de cosas, los guionistas se emocionaron e hicieron del personaje una especie de villano shakesperiano. El tipo vivía sólo, casi todas sus líneas eran soliloquios (porque era un marginado) y siempre estaba pensando en todo tipo de planes para arruinarle la vida a la gente. Pero vamos a ver, si es un adolescente, ¿qué va a hacer?, ¿boicotear el ponche?, ¿chivarse al profesor? Además, en esa época Internet no estaba tan extendido como ahora, que tampoco podía hacerse un blog y profesar su odio a la humanidad y hacia sus compañeros de clase.

Todo esto se debía a que estaba enamorado de una tal Patricia, a la cual le molaba Adrián, el monkey-face protagonista de la serie, que a su vez le gustaba Natalia, la pija newcomer al barrio. Ya teníamos montado el Bizarre Love Triangle. Y nada, Manu siempre estaba pensando en cómo conquistarla y quitarle de la cabeza al otro maromo, llevando a cabo todo tipo de maquiavélicos y perversos planes. Con lo fácil que hubiera sido hablar con ella al menos una vez, para que supiera que existía.


Hay muchos detalles de la serie que merecerían un artículo aparte, como que repentinamente mataran a toda la familia del protagonista en un accidente de avión, y demás acontecimientos tan típicos en la vida de un adolescente. Gracias a los dioses, Nada Es Para Siempre hizo honor a su nombre y acabó, pero por los pelos, que duró 375 episodios.

Desde aquí reivindicamos a estos dos personajes tan peculiares e infrecuentes, que estamos hartos de tontos drogadictos, gorditos de buen corazón y médicos salvadores de la humanidad.

Max y Manu nos enseñaron que existe gente diferente, y que no hacía falta disfrazarse de fantoche o ver cine independiente vietnamita para demostrarlo. Sólo esperamos que algún día ocupen el lugar que se merecen: uno estudiando ingeniería informática y el otro en política.


7 comentarios:

Shadow on the road dijo...

Artículo extenso, pero engancha, casi había olvidado esta serie por completo, mi caso es que yo tengo una hermana que se le caía la baba con esta serie, y claro prueba a quitarle el mando a una preadolescente de 13 años (se ha dado el caso de no dejar ver un barça-madrid porque ella quería ver la MTV), no me acordaba de Manu jaja que malo era el condenao pero malo maquiavélico-compulsivo y con su propia banda sonora.

Gabriela dijo...

hOla maska, tu rincón oscuro es muy acogedor ...

Me siguees por fiiis ???
Aqui el link de uno de mis blogs
http://lapuppa00.blogspot.com/

Graciiaas !

Anónimo dijo...

Aún no se como demonios he llegado hasta aquí....

Villa dijo...

Hola! Divertida entrada jeje la verdad es que me he reído un montón. Yo me tragué la serie como un cabrón (me pilló con 16 años) y vista con el tiempo, era mala, pero se dejaba ver. Te aporto algún dato absurdo! Había un personaje que era una especie de emo/siniestro con poderes jajaja, que iba vestido de negro y que cuando Manu le puteaba hacía que se asfixiase! Y no menos surrealista fue el crossover/enfrentamiento que hicieron en Furor, en un especial navideño, que concursaron los actores de Nada es para siempre y los de Compañeros, en un "combate" épico. Qué grande es la tele!

Maska dijo...

¡Hola Villa! Muchas gracias por pasarte y comentar. Me alegro de que te haya traído buenos recuerdos el artículo.

A mí también me pilló siendo adolescente y vi bastantes capítulos. Ya entonces me daba cuenta de que la serie era lamentable, pero por alguna extraña razón ahí seguía enganchado, jaja.

Si te soy sincero, no recuerdo el personaje del emo, creo que el cerebro humano es sabio y lo ha borrado de mi memoria para evitar daños mayores, jaja. En cambio sí he tenido un flashback cuando has dicho lo de Furor.

Cuando escribí este artículo no había casi información en Internet, pero ahora en Youtube está la serie casi al completo subida, así que podemos regodearnos en la caspa one more time.

¡Un saludete!

Pepa Barallobre Fernández dijo...

Yo era pequeña cuando la serie estaba en la televisión. Conozco a una actriz secundaria que salía en esta serie y se que le haría mucha ilusión verla.
Llevo años intentado encontrar un sitio donde poder verla.
En youtube no esta entera, y si es así, podrías por etme un link de los últimos capítulos por FA?
He llegado hasta aquí haciendo mis investigaciones hahaha pero no se ni de que año es.
Estaría muy agradecida si me contestas.

Saludos!

Maska dijo...

Hola Pepa, la entrada la escribí de memoria con las cosas que recordaba. He encontrado una página que tiene muchos capítulos, pero no sabría decirte si está entera, porque me suena que la cancelaron a mitad. Echa un vistazo a ver si así fuera: http://seriesblanco.com/serie/1829/nada-es-para-siempre.html

En caso de que no estuviera completa, lo mejor es que preguntes a algún usuario que la haya subido a Youtube.

Espero haberte servido de ayuda.

¡Un saludo! :)